Friday 18 December 2009

Los consejos de los banqueros

Los banqueros, evidentemente no satisfechos con el papel nefasto que han jugado en esta crisis económica, no se cansan de dar consejos sobre como salir de ella. Ya pareen haber olvidado que, hace sólo unos meses, estaban pidiendo ayuda al gobierno, más humildes que Enrique IV en Canossa. Ahora, pasado lo peor (para ellos) se descubren otra vez paladines del libre mercado.
Necesitamos, nos dicen, una reforma laboral, una mayor flexibilidad de los salarios. Los empresarios aplauden, y ya nos dejan ver que tipo de flexibilidad se están planteando: quiere flexibilizar una parte de los sueldos hacia sus bolsillos. ¿De verdad nos fiamos de que esta "flexibilización" irá en dos sentidos? ¿De que los empresarios españoles se transformen mágicamente en startup Americanas que darán un bonus de 100.000 Euros a un ingeniero que ha terminado productivamente su proyecto? No seamos ingenuos. Flexibilidad, como la entienden los empresarios, es una palabra clave para abaratamiento del despido y reducción de los sueldos y de las garantías sociales.
Al fin y al cabo, lo que nos proponen es muy simple. Quien, sin responsabilidad de haber causado esta crisis, ya ha pagado mucho, seguirá pagándola. Quien ha salido ganando de ella (como los altos cargos de los bancos que el año pasado se subierón el sueldo) seguirán ganando.
Hace unos meses, todos estaban tan asustados con la crisis que parecía posible plantearse, por fin, un cambio significativo del modelo económico injusto que nos han vendido durante muchos años como el único posible. Hasta se notaba una subida de la venta de libros de Keynes y Marx. Evidentemente la gente no ha leído bien lo que ha comprado, porqué, otra vez, nos están planteando "más de lo mismo" como la única solución.
El capitalismo neoliberista tiene más vidas que una pandilla de gatos.

Saturday 12 December 2009

La iglesia, organización pro-aborto

Buena parte de los católicos españoles mantienen una posición de firme rechazo de cualquier forma de aborto. Se trata, desde el punto de vista ético, de una posición de alguna manera comprensible, que pero se encuentra escondida detrás de una red de engaños semiótico que la sacan del plan ético para transformarla en una posición política mucho menos respetable. Los movimientos que quieren restringir el acceso al aborto se llaman “en favor de la vida” o “en contra del aborto”; así nos inducen a pensar que sus adversarios están en contra de la vida o entusiásticamente del lado del aborto.
No cabe duda que nadie está “en favor” del aborto, mucho menos las mujeres que se encuentran, por desgracia, en la situación de tomar una decisión tan difícil. Todos preferiríamos vivir en un mundo en que todos los embarazos son planificados, y donde nadie tendría que abortar.
Esto en abstracto. EN el momento actual, es imposible eliminar completamente la plaga del aborto, pero sí hay instrumentos que pueden reducir de manera substancial su incidencia: una buena educación sexual y una cultura difundida de la contracepción.
Si la Iglesia quiere de verdad ser consecuente a su postura ética y reducir el número de mujeres que toman esta durísima decisión, este es el camino que debería recorrer. Pero la iglesia condena al mismo tiempo el aborto y los instrumentos que lo podrían evitar. Condenando la contracepción la Iglesia se propone como la única institución importante que promueve el aborto, además de la difusión enfermedades como el SIDA.

Kant mostró que la racionalidad es una condición necesaria para cada moral que quiera ser verdaderamente universal. La evidente contradicción de su postura hace evidente la inmoralidad de la Iglesia Católica en este trágico asunto.

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