Sunday, 3 July 2022

Ayuso y la visión "Edmondo de Amicis" de la Universidad

 Pongo algunos antecedentes.

  1. El PP sube las tasas universitarias en Madrid constantemente desde 2010
  2. El año pasado un consejo interterritorial aprueba una bajada de las tasas, con el voto en contra de Madrid
  3. Madrid recurre la bajada
  4. El tribunal no le da la razón, y Madrid es obligado a acatar la sentencia y a bajar las tasas
  5. Ayuso se apunta la medalla diciendo que el PP ha bajado las tasas
El último punto no es muy relevante para mi argumento presente, pero es indicativo de una estrategia que, lamentablemente, al PP le está saliendo muy bien electoralmente: no es importante hacer algo, lo importante es convencer a la gente que se ha hecho algo. He hablado del tema en relación con la gestión de la pandemia, con el estilo de comunicación por parte de la CAM y con las elecciones del 4 de Mayo de 2021

Lo que me interesa ahora es la visión de la universidad que tiene el PP, y que se revela en su política universitaria en todas las CCAA en que gobierna. Si en la tradición liberal la escuela y la universidad son el "ascensor social", el medio que permite a quien menos tiene elevarse socialmente (e, idealmente, que castiga quien tiene mucho y no lo merece hundiéndolo socialmente), para el PP la educación, sobre todo la educación superior, es un medio para confirmar y legitimar las jerarquía. Simplemente no se puede permitir que la universidad se llene de hijos de fontaneros u obreros y que estos no dejen espacio para los hijos de banqueros o emprendedores. 

Esto no quiere decir que ningún hijo de padres obreros pueda entrar en la universidad. Al contrario: es necesario que, de vez en cuando, algún chico de clase obrera de capacidades excepcionales reciba una beca y pueda graduarse. Esto ayudará a callar las críticas de elitismo de la educación sin cambiar sustancialmente las cosas: los 1000 que se han quedado atrás por tener capacidades medias no se podrán quejar de los 1000 hijos de clase alta con las mismas capacidades que han entrado en su lugar. Si lo hacen, se le hará notar que la universidad no está cerrada para los trabajadores, dado que uno sí ha conseguido entrar. Que el hijo de un banquero pueda acceder a la universidad incluso sin tener capacidades excepcionales mientras el hijo de un albañil tenga que tener capacidades excepcionales para conseguir lo mismo es la peor forma de elitismo: un elitismo que se vende como meritocracia (ya he hablado en otro lugar de como una verdadera meritocracia iría en contra de todo lo que cree la derecha). 

Un libro que en España no ha llegado mucho, pero que en Italia, hace décadas, era lectura casi obligatoria para los niños, es el libro "Cuore", de Edmondo de Amicis (los españoles con más de 40 años recordarán los dibujos animados de Marco que se va de los Apeninos a los Andes buscando a su madre, dibujos inspirados, muy libremente, en uno de los cuentos de ese libro). El libro es el diario de Enrico, hijo de un acomodado ingeniero, que frecuenta tercero de primaria en la Italia posterior a la unificación. Uno de los personajes más positivos y admirados del libro es Garrone, compañero de clase de Enrico e hijo de un obrero del ferrocarril. En una carta a Enrico, el padre elogia la personalidad y la fuerza moral de Garrone, diciendo que seguramente Enrico nunca lo olvidará, y terminando:

"Cuando, en veinte años, reconocerás en un maquinista cansado y sucio de carbón tu amigo Garrone. Oh, Enrico, estoy seguro que le echarás los brazos al cuello, incluso si tu fueras un senador del reino" (Traduzco de memoria)

Asombra, tras la emocionalidad barata y un pelín cutre de la frase, su profundo elitismo: el padre da por asumido que en veinte años Garrone será un maquinista cansado y sucio, y su hijo podría ser senador. Ni se le ocurre que sería justo que pudiera pasar el contrario: que Garrone fuera senador del reino y Enrico maquinista cansado y sucio. En todo el libro está claro que la personalidad, intelectual y moral de Garrone es muy superior a la de Enrico. Pero salir de los roles que el nacimiento nos ha asignado resulta casi imposible.

El libro es del Siglo XIX, pero para el PP las cosas no parecen haber cambiado mucho. En una sociedad en que una carrera universitaria es la única manera que muchos tienen para conseguir un trabajo decente y salir de situaciones de pobreza, mantener el elitismo de la universidad es una manera segura para mantener la jerarquía social.

El ascensor social se ha parado: que cada uno quede en su planta.



1 comment:

Anonymous said...

Vaya truño de post

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