¿Es VOX un partido fascista? La respuesta depende en parte de lo que entendemos con “fascista”. Si utilizamos una definición muy reducida y llamamos “fascista” sólo el partido liderato por Mussolini entre las dos guerras mundiales, entonces ningún partido fascista existe, ni puede existir, dado que en Italia la constitución prohibe la reconstitución “bajo cualquier forma” del ilegalizado partido fascista. Pero se trata de una definición demasiado reductiva, un poco como decir que la sauna finlandesa sólo se puede hacer en Finlandia. Tampoco podemos tomar la visión, demasiado amplia, que identifica con el fascismo cualquier tipo de estado totalitario. Hubo formas de régimenes totalitarios que nada tienen que ver con el fascismo. Las dictaduras de Stalin, Mao o Pol Pot son ejemplos. ¿Cómo identificamos el fascismo y lo que significa hoy ser fascista? Aquí utilizaré la definición dada por Umberto Eco en uno de sus últimos libros (U. Eco, Il fascismo Eterno, La Nave di Teseo, 2018, traducción en Castellano disponible en ctxt). Eco lo llama el fascismo eterno o Ur-fascismo, e identifica catorce elementos que lo caracterízan. Podemos decir, con cierto grado de seguridad, que cualquier movimiento que tenga por lo menos nueve o diez de estas características se pueda definir fascista. Veámosla una a una, en relación con las políticas, el programa y las declaraciones de VOX.
- La primera
es el culto
sincretista de la tradición.
El sincretismo es importante: el sincretismo no es simplemente la juxtaposición
de creencias diferente, el sincretismo tolera las contradicciones.
Encontramos, claramente, esta característica en VOX. VOX defiende los símbolos tradicionales, defiende lo que ve cultura tradicional (los toros, por ejemplo), el Estado tradicional, y no ve contradicción en defender, por ejemplo, el apoyo a un estado fuertemente centralizado y la independencia de regiones como Madrid o Andalucía. No encuentra contradicción en su proclamada defensa de la libertad con el hecho que muchos de sus exponentes se han negado a reconocer a la gente la libertad de casarse con quien quieren.
- Este culto
implica el rechazo del
modernismo. El nazismo y el fascismo
adoraban la tecnología, pero su apoyo a este aspecto de la modernidad era sólo
la parte superficial de una ideología basada en los valores del pueblo y de la
tierra, los mismos valores premodernos de VOX. VOX, así como el fascismo,
rechaza el espiritu de la revolución francesa, es decir, el espiritu de la
ilustración, base del modernismo. El mensaje de VOX no es principalmente un
lenguaje racional: muchas de las posiciones de VOX no sobreviven a un examen
racional, ni quieren hacerlo. Su objetivo es despertar emociones, no activar la
razón. Este irracionalismo de base es, también, un rechazo al modernismo
fundado en la ilustración.
- El irracionalismo produce el
culto de la acción por la acción. VOX, así como el fascismo, mantiene cierto desprecio a la cultura, excepto donde coincide con la tradición (toros, ceremonias religiosas, etc.). Notamos en muchas intervenciones cierto desprecio para los argumentos pacatos de los intelectuales, que se ven como forma de debilidad. El hombre ideal de VOX actúa, no se para a pensar. Actúa bajo el impulso de las emociones inmediatas y si no lo hace se ve acusado de debilidad.- El sincretismo no acepta la critica, y
el desacuerdo se ve como traición. Creo que ningún partido en España habla de traición tanto como VOX. Quien no está de acuerdo con VOX es un traidor de España. La idea que una persona que no comparte sus opiniones pueda aún así desear lo mejor para su país (y simplemente no está de acuerdo sobre que es lo mejor y como conseguirlo) no entra en los esquemas políticos de VOX. Quien no comparte su visión de España y de sus traiciones es un traidor de la patria.- Más en general, se busca el consenso exacerbando el
miedo a la diferencia. No hace falta explicar mucho en este caso: VOX usa el miedo a todo lo que es o piensa diferente, desde los inmigrantes hasta las personas LGTBI o a las feministas para fomentar su agenda. La sociedad ideal de VOX es una sociedad homogénea, sin diferencia. EL hecho que una sociedad así no ha existido nunca, ni podría existir sin desaparecer es otro aspecto del sincretismo de VOX.- El exito del fascismo se fundaba en un
apelo a las clases medias frustradas. En el caso del fascismo Italiano, esta fue la frustración tras la primera guerra mundial, en el caso del nazismo, tras la crisis de 1929. En ambos casos, se generó (y fomentó, con la propaganda) la idea que la democracia no funcionaba, que era necesaria una solución autoritaria, que un "hombre fuerte" podía resolver la situación.VOX es un producto similar de la crisis de 2008. Lo absurdo (aquí como en otras crisis) es que la rabia de la gente no se dirige al sistema económico que ha creado la crisis. Al contrario, el populismo fascista nace para dirigir esta rabia hacia otros objetivos (los judios o los inmigrantes, a quien se da la culpa de los problemas) para distraerlos del objetivo principal, de la verdadera causa de la crisis que ha generado la frustración. Esta es la función de la propaganda populista: en lugar de explicar los problemas reales que, en este mundo, son muchas veces complejos y poco intuitivos, se simplifica el discurso y se dirige la rabia hacia objetivos bien identificados y sencillos.
- Como consecuencia, el fascismo usa a menudo
teorías de complot. A los que se sienten privados de una identidad, el fascismo dice que es un gran privilegio haber nacido en este país. Pero los únicos que pueden proporcionar identidad y cohesión al sentimiento nacional son los enemigos y, si no los hay, es necesario crearlos. Y si necesitan enemigos externos e internos.En el caso de VOX esto se traduce en la obsesión con la invasión musulmana y, en medida menor, en el euroescpticismo. Los enemigos internos (que para los nazis eran los judíos) no es difícil encontrarlos: todos los que tienen una idea diferente y que para VOX están recogido bajo la etiqueta (en verdad muy amplia) de "comunistas".
- En el fascismo no hay lucha por la vida, sino vida por la lucha:
el pacifismo es colusión con el enemigo. Creo que aquí también podemos reconocer el discurso de VOX. Los discursos de VOX no argumentan, inflaman, con los adversarios políticos no hay debate posible, hay que atacar con cualquier medio disponible, con la mentira y la manipulación, si es necesario. Y esto no se hace en apoyo a un programa político (que, en VOX, no existe), sino simplemente por la lucha. VOX, sin la lucha, no es nada. El desprecio de VOX hacia las organizaciones que buscan la paz y la convivencia, desde Amnesty International a las varias ONG que ayudan a los inmigrantes tiene como imagen especular el apoyo a fuerzas militares y las varias imágenes “militaristas” (todos recordamos Ortega-Smith con el rifle, disparando en un lugar donde ni siquiera lo podía hacer).- El elitismo y el
desprecio hacia los débiles es también una características del UR-fascismo. Es difícil encontrar un momento en que VOX no se ha metido, a pesar de su retórica, del lado de los fuertes: desde su programa económico que penaliza los servicios (útiles sobre todo para los más débiles) para conseguir reducciones fiscales (buena sobre todos para los más ricos), hasta el desprecio mostrado en ocasiones tales como la crisis de la conexión eléctrica en la cañada real. El elitismo es la ideología más sincera de VOX.- Dado que la guerra permanente no es posible, el Ur-fascista
transpone su voluntad de poder en cuestiones sexuales. Eco menciona claramente, en este apartado, el machismo y la intolerancia hacia la homosexualidad, características que reconocemos claramente en VOX.- El Ur-fascismo se basa en un
populismo cualitativo. VOX no se basa en un consenso amplio: interpreta las “verdaderas” pulsiones de la sociedad y descartas como españoles “no de bien” los que no están de acuerdo con sus políticas. VOX no necesita preguntar lo que quiere la gente, cuáles son sus problemas: VOX “lo sabe”, sus líderes son los intérpretes reales de las necesidades de los españoles, y preguntar a los españoles se vería como una traición a los líderes.VOX no llega al punto de regularizar los verbos (ni siquiera Abascal diría tení en lugar de tuve, ni es esto lo que quiere decir Eco en su punto 14) pero si simplifica los conceptos y el análisis hasta la banalidad. El marco conceptual de VOX es identificar, por cada problema, un culpable contra que dirigir las emociones y una solución sencilla, a menudo la eliminación del culpable identificado (solución que no funciona. Como el mismo Eco nos dice en otra ocasión: per ogni problema complesso c'è una soluzione semplice; ed è sbagliata). Los discursos de VOX no son argumentaciones, no tiene nada de análisis ni de reconocimiento de la complejidad de los problema: se trata en buena parte, de proclamas que tiene como objetivo "calentar" emocionalmente a sus electores.
En conclusión,
encontramos claramente en VOX 13 de los 14 puntos que definen el Ur-fascismo.
El punto 11 es un poco más dudoso o, por lo menos, no es tan claro como los
demás. Diría por tanto que, queriendo ser generosos, VOX es un partido fascista
en la proporción de 13/14.
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