Monday, 29 August 2016
Porque no deberíamos prohibir el "burkini"
En Europa es tradición que cada verano llegue con una polémica, la polémica (justamente), "del verano". Se trata normalmente de cuestiones marginales que los periodistas, aburridos por la falta de noticias y aturdido por el calor alucinante, inflan hasta proporciones inesperadas.
Este año la polémica del verano es un poco más seria de lo habitual: algunos alcaldes franceses, en una interpretación muy personal de la libertad y de la tolerancia repúblicana, han prohibido en las playas el "burkini", es decir, el traje de baño que cubre buena parte del cuerpo, incluso la cabeza y que es usado sobre todo por mujeres musulmanas.
Hay tres puntos que considero fundamentales en esta cuestión, uno legalista, uno pragmático, y uno de principios.
El primero: creo que es imposible prohibir el "burkini" sin prohibir al mismo tiempo otras prendas que no se quieren prohibir. ¿Se prohibe ir en la playa con la cabeza tapada? Pues, entonces está prohibido también ir con un gorro de baño, y así siguiendo.
El punto pragmático: si una mujer vive en una situación de opresión familiar, tenemos dos alternativas: permitirle salir a la calle así como puede, en este caso, permitirle ir a la playa con el burkini, o condenarla a quedarse en casa porque el marido no le permite salir con ropa occidental. Creo que es más fácil para la sociedad llegar a esta mujer y convencerla a intentar salir de su situación de opresión si le permitimos ir a la playa y exponerse a nuestro estilo de vida, aún si para esto hay que aceptar que vaya con el burkini.
El punto de principio: me parece que decir a una mujer "tu no puedes ir vestida así" es tan paternalista como decirle "tu debes ir vestida así". En ambos casos consideramos que la mujer no tiene, ni pueda tener, la capacidad de decidir, en ambos casos decidimos nosotros por ella. Creo que lo que hay que hacer es crear las condiciones en que una mujer pueda decidir libremente y dejar que decida lo que le parece.
Y, sí, hay mujeres que libremente decidirán llevar el velo, simplemente porque lo ven como una parte de su costumbre y de su cultura. Tengo una estudiante que lleva siempre el velo, y me sorprendí mucho cuando conocí a su madre que, por otro lado, va vestida al estilo occidental: la estudiante usa el velo para sentirse más conectada a su país de origen.
Un última observación. La leyes occidentales siempre intervienen en casos de opresión directa, es decir en una relación entre dos personas (el opresor y el oprimido), un campo en que la tradición occidental da al estado el derecho de intervenir.
La prohibición del burkini intervendría también en los casos (hipotéticos pero posibles) en que una mujer, cristiana o musulmana, decidiera, sin ninguna presión exterior, llevar esa prenda. En este caso se trataría de una interferencia con la libertad del individuo, algo que en nuestra cultura el estado no puede hacer.
En Europa en el último siglo se ha visto un progreso en términos de libertad de vestir. Esta librtad todavía no es absoluta (lo que dice Usted sobre ir desnudos en la calle), pero el movimiento ha sido constante: reducir restricciones y permitir a la gente ir vestidos como quieren.
Muchos se preocupan de que no haya "retroceso", y consideran que permitir una prenda como el "burkini" supondría un retroceso de Europa a la situación de hace un siglo. Me parece una preocupación legítima, pero no creo que sea justificada. El progreso social de Europa no ha sido en destapar más piel y en enseñar una parte más grande del cuerpo. El progreso ha sido en la libertad de hacerlo, en la libertad de decidir libremente que íbamos a enseñar más piel en la playa. Pero la libertad de hacerlo implica la libertad de no hacerlo, dado que si no no sería una libertad sino una obligación.
La libertad de la mujer no se ha dado porque una mujer pueda enseñar el pecho: la libertad e la mujer se ha incrementado porque la mujer puede decidir si enseñar el pecho o no, si enseñar el ombligo o no, etc.
Por tanto prohibir el burkini es un retroceso en cuanto vuelve a restringir la libertad de la mujer de enseñar o cubrir lo que le da la gana. En el momento en que le decimos a una mujer "tu en la playa no te puedes cubrir los brazos" estamos volviendo a hace 100 años cuando le decíamos "tu en la playa no puedes enseñar los brazos".
Lo importante no es enseñar u ocultar, lo importante es que estamos quitando la libertad de enseñar u ocultar. Esto es lo que yo veo como retroceso.
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