El fracaso de Bankia representa, comprensiblemente, un dolor
de cabeza en el PP. Se trata (Caja Madrid primero, Bankia después), de su banco
estrella, en cuyo consejo de administración los consejeros nombrados por el PP
han siempre tenido la mayoría, cuyos directores han siempre sido nombrado en la
Calle Génova o a lado del Km. Cero. Banikia, lo recordamos, era el ejemplo de
la capacidad gestora del PP.
Con su caída, el PP se encuentra en una situación de gran
embarazo, justo lo último que necesita en el momento en que los mercados dan la
espalda al Sr. Rajoy. Es comprensible, en esta situación, que intenten
descargar las responsabilidades del Sr. Rato echándoselas al Sr. Ordoñez.
Hay que entendernos. Las responsabilidades de Ordoñez son
muchas y profundas. Fue él que, hace pocos meses, defendía los planes de
recortes del gobierno y la reforma laboral, diciendo que España necesitaba
sobre todo una reforma de la contratación ya que el sistema financiero era
sólido. Esto no tiene escusa: el Sr. Ordoñez debía haber dimitido
inmediatamente, y sus responsabilidades deben ser investigadas. Lo que se
merece, si no la cárcel, es terminar en la cola del INEM (cosa que,
lamentablemente, no pasará).
Pero nada de todo esto quita un gramo de responsabilidad al
Sr. Rato. El Sr. Ordoñez fue un mal controlador, pero las decisiones que han
llevado a la quiebra de Bankia las tomó el Sr. Rato. Fue suya, por ejemplo, la
decisión de no fusionar Caja Madrid con La Caixa, la única entidad con bastante
liquidez para cubrir los problemas financieros de Caja Madrid. Un control
insuficiente es un problema para el país, pero no elimina las responsabilidades
de quien toma las decisiones. Como mínimo, el Sr. Rato debería estar en la cola
del paro junto al Sr. Ordoñez, y si el gobierno tuviera contra estos
impresentables la mitad de la contundencia que tuvo con los miembros del 15M ya
estarían allí.
Podemos hacer un paralelo imperfecto pero no tanto. Si un
ladrón atraca una tienda aprovechando que el guardia de seguridad se pasa los
días durmiendo, pues, el guardia de seguridad es un incapaz, pero el ladrón
sigue siendo un ladrón, y tiene toda la responsabilidad del robo. Me parece que
la situación, entre Ordoñez y Rato, esté un poco en estos términos.
En cualquier caso, me parece una vergüenza que el PP se
niegue a una comisión de investigación. Vamos a entregar a Bankia 23.000
millones de nuestro dinero. Tenemos el derecho de saber que ha pasado y quien
fue responsable. Tenemos el derecho a ver que esta gente paga por sus errores,
y no se jubila con 14 millones mientras que la gente que ha trabajado
honestamente toda su vida tiene que pagarse el ambulancia.
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