Soy un profesor universitario. No soy rico, ni mucho menos, pero reconozco que tengo un sueldo razonable que me permite vivir dignamente con mis escasas necesidades, y que, al fin y al cabo, la crisis no ha cambiado prácticamente mi estilo de vida. Ahora el gobierno me baja el sueldo. Si este dinero puede servir para ayudar a alguna familia en el paro, a alguien por quien esta crisis ha supuesto una bajada importante en la calidad de vida, pues, bien venga la bajada de sueldo. He vivido aquí y disfrutado cuando las cosas iban bien, me parece justo hacer lo que puedo para ayudar ahora que van mal.
Vivo en una sociedad, mi vida se cruza con la de los demás, y no me parece un escándalo que se me pida hacer algo para echar un cable a quien se encuentra, y no por su culpa, en una situación difícil.
Lo que me parece un escándalo, lo que no acepto y que me indigna profundamente, es que a los que tienen rentas muy altas no se les pida un sacrificio correspondiente, y que no se haga nada para desmantelar el sistema económico responsable de la crisis financiera.
Me indigna que a un vicepresidente de una gran empresa, que gana diez veces mi sueldo, no se le obligue a un sacrificio diez veces mayor a través de una subida importante del IRPF. Me indigna que a un alto cargo de un banco, que quizás con sus especulaciones ha contribuido a causar esta crisis, no se le obligue a pagar todo lo que ha ganado con sus especulaciones, no se haga responsable del daño que ha causado.
El capitalismo clásico se basa en la ética del riesgo personal, pero en el neoliberalismo el riesgo personal de quien controla el capital ha desaparecido: se apuesta con la vida de quien no tiene poder económico. El asunto es quien controla el sistema económico nunca pagará sus errores, y por el momento este asunto se está revelando cierto.
Esta incapacidad de pedir cuenta a los responsable del desastre económico me parece típica de un gobierno que, por lo menos en el plan económico, de izquierdas ya no tiene nada (si nunca lo ha tenido) y de una Europa que se está revelando cada día más una Europa sólo de los mercados y de los capitales, y no de las personas.
Entiendo que golpear las rentas altas y las rentas de capital sería sobre todo un gesto simbólico que poco haría para las cuentas del estado, pero a veces los símbolos son importantes, sobre todo en un momento en que todos estamos haciendo sacrificios.
Entiendo que es difícil golpear a quien tiene un control absoluto sobre la economía y puede dejarnos en una situación peor de la en que nos encontramos. Pero el error fue dejar que la falta de control publico sobre la economía llegara a este punto. Una razón más para desmantelar, una vez por toda, el injusto y éticamente fracasado sistema neoliberal.
Sunday, 20 June 2010
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